Médico Tratante:
Dr. Ricardo Rueda Sáenz y Dr. Andres Gutierrez Aparicio
Yo soy una de las muchas mamas felices, que gracias a
Reprotec y Dios llegue por fin a ser mama del hijo más espectacular…con el que
siempre había soñado… Después de 7 años de matrimonio y no poder quedar
embarazada llegue a Reprotec con todas las esperanzas de ser mama…
Intentamos…una vez….y nada…no “cuajo” como digo yo…fue muy frustrante pues
aparte de la parte de la plata, el desgaste y la desilusión son horribles…es
una perdida… Me aferre mucho a Dios y le ofrecí mi vida y su decisión si iba a
ser mama o no… Se llegó el momento del Segundo intento….y….fallo…. Empecé a
perder la esperanza y la desilusión era toda…pero había una vocecita interna
que me decía…vas a ser mama…no te rindas… Yo era azafata en ese entonces y volé
por 20 años…y a medida que pasaban los días mi frustración y desesperanza iban
cambiando hacia casi la convicción de que iba a ser mama… Empecé mi tercer intento…y
ya saben…las inyecciones…la esperanza…la ilusión…las desilusiones que había
tenido etc…etc… yo me llevaba las inyecciones a mis viajes y en donde me
agarrara el momento de la inyección me la ponía…. Que paso? En una de esas
tantas ciudades en que aterrizaba yo, estaba en Panamá, y me puse mi inyección
y me fui a dormir… todo estaba bien… mi esperanza y fe en pie… Amaneció…fue
Septiembre 11 de 2001, y para mi desde ese momento cambio el mundo y la vida…al
ser persona yo de aerolínea y además de una de las aerolíneas más afectadas en
ese desastre monstruoso tuve que quedarme botada en Panamá por 10 días, pues no
podíamos mover ningún avión… Empecé entonces a preguntarme si realmente era
bueno seguir en un proceso de traer un hijo al mundo, que para mí se estaba
acabando…como también se me estaba acabando el líquido que me inyectaba… Tuve
mucho apoyo de mis compañeros, me seguí poniendo mi inyección, y me desahogaba
haciendo mucho ejercicio, pues era la primera fase del tratamiento, el cual no
hay problema moverse tanto…eso me ayudaba…me ayudaba a pensar más positivamente
y no perder la esperanza… Al noveno día, nos dieron orden de poder movernos y
llegar a nuestros hogares…me parecía mentira…llegue a Bogotá y en Reprotec me
dijeron que no me dejaban volar más para estar muy pendientes del tratamiento.
El tratamiento siguió…lo seguí a cabalidad como los otros, y la vocecita
interna me decía que iba a ser mama…pasaban los días…y se llegó el famoso día
en que le dicen a uno…bueno…váyase a su casa tranquila y y vuelva dentro de 15
días aproximadamente y sacamos sangre… Los días pasaban como en cámara
lenta…cada hora, minuto y segundo contaban… Como al décimo día, empecé a sentir
ganas de devorarme una mata de apio entera llena de limón y sal…no hacía nada más…no
me podía faltar…me levantaba a las tres de la mañana y me lo devoraba…y me
decía mi esposo…estas más embarazada que una gata callejera…. Al otro día llame
a Reprotec y me dijeron que no me hiciera falsas ilusiones…que muchas veces uno
psicológicamente crea los antojos, pues desea mucho estar embarazada… Se llegó
el día 15 y tenía que ir a Reprotec a sacarme sangre…a ver si había
“cuajado”…que estrés…allá llegue, me la sacaron y le pregunte a la niña que me
saco la sangre que si estaba embarazada y me hacía un test de embarazo me
saldría ya positivo ese día y me dijo sí. Claro…y me dijo que más o menos en
unas 4 horas sabríamos el resultado….que ellos me llamaban…yo no iba a esperar
más…no aguantaba… Salí volando a mi casa y una amiga ya me había regalado un
test para tenerlo ahí guardadito por si acaso… Hice el test como debía ser, y
lo deje los 3 minutos que toca esperar en un sitio que yo no viera aparecer las
rayas…fueron los 3 minutos más eternos del mundo. .parecieron 30 horas… Por fin
se llegó el momento de tomar el test en mis manos…y si…AHÍ ESTABAN LAS 2
RAYITAS!!!!! Fue ese el momento en que realmente estrene mi alma…
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