Según recientes estudios e investigaciones, cerca del 20 por ciento de la población en edad reproductiva es infértil o requiere del uso de las mejores técnicas de reproducción asistida para lograr un embarazo exitoso.
Sin embargo muchas parejas que tienen problemas para concebir y aún no conocen cuales son las causas, tardan demasiado en consultar al profesional en medicina o asistir a clínicas de fertilidad, sin pensar en el beneficio que conlleva un diagnostico profesional objetivo.
El útero es el órgano donde se implantan los ovocitos con la intensión de madurar, crecer y formar un nuevo ser, pero algunas veces este órgano presenta anomalías que afectan la fertilidad femenina.
Por esta razón cuando una pareja planea tener un bebé es necesario verificar las condiciones físicas, anatómicas y hormonales, entre ellas comprobar la ubicación o la forma del útero para evitar complicaciones futuras.
El útero ideal
• Ubicación: el útero debe permanecer en posición normal, eso quiere decir que debe estar entre la vejiga y el colón. Sin embargo en algunos casos se presentan variaciones, ya que podría estar en anteroversoflexión (AVF), que significa hacia adelante o en retroversoflexión (RVF) hacia atrás, que no afecta la fertilidad. Según estudios investigativos cerca del 85 por ciento de las mujeres tienen el útero en AVF, el 5 por ciento en RVF y el 10 es indiferente. Una mala ubicación del útero puede causar mucho dolor y en algunos casos puede generar abortos espontáneos.
• Forma: cuando se presentan malformaciones es necesario realizar cirugías que permitan reconstruir la anatomía normal del útero. Pero en algunos casos estas deformaciones no tienen la opción de corregirse por medio de intervenciones quirúrgicas, por eso deben tratarse con medicamentos o buscar opciones para la fertilización artificial. Según profesionales en tratamientos de fertilidad la predisposición genética juega un papel importante en el desarrollo de estas alteraciones uterinas, sin embargo no es la única causa ya que las radiaciones, las infecciones o problemas nutricionales podrían afectar de igual manera.
Pese a presentarse algunas anomalías, estas no son de gran incidencia en las mujeres colombianas, pero médicos especialistas en técnicas de reproducción asistida afirman, que lo ideal es que las futuras mamás se hagan revisiones ginecoobstétricas preconcepcionales para descartar en primer lugar malformaciones y así confirmar que el organismo está preparado para albergar un bebé en los próximos días.
En general, las deformaciones uterinas no evitan que una mujer quede embarazada, pero puede que haga más difícil llegar al término de los nueve meses debido a la presencia de abortos, bien sea que el bebé sea concebido de forma espontánea o por medio de técnicas de reproducción asistida.
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