lunes, 28 de octubre de 2013

Proceso de preservación de la fertilidad

La congelación de óvulos consiste en extraer los gametos femeninos mientras mantienen su calidad, para conservarlos en ciertas condiciones adecuadas e higiénicas que posteriormente permitan su utilización para ser madre mediante un proceso de inseminación artificial.

El rango de las mujeres que pueden congelar óvulos está entre los 18 y 40 años. Para este proceso es ideal asesorarse por expertos en clínicas de fertilidad, teniendo en cuenta que estos centros sean legales y que estén debidamente calificados y certificados.

La congelación de óvulos inicia con una estimulación ovárica mediante un tratamiento hormonal; este proceso puede durar entre 10 y 12 días e induce al desarrollo de varios óvulos en un mismo ciclo menstrual.

Posteriormente se extraen los óvulos con una punción a través de una ecografía vaginal, para después ser congelados y ser conservados hasta el momento en el que se decida buscar el embarazo. El profesional está en el derecho de decidir si la mujer es apta para recibir los óvulos, pues por ejemplo en una mujer mayor de 50 años, podría traer complicaciones.

Cuando se toma la decisión de buscar el embarazo, se hace el proceso de fertilización in vitro, con esperma de la pareja o de un donante y se tienen los mismos cuidados que en cualquier embarazo para garantizar un bebé sano.

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